Este es el año del Bicentenario de la Independencia Argentina, que se llevó en 1816 en Tucumán. Ya habrá tiempo para contarles de las actividades que se llevarán a cabo. Por el momento los llevamos a un Museo que existe allí, y no todos saben. Es la Casa Belgraniana.
Manuel Belgrano y su casa
Tucumán tiene los mejores paisajes, las sierras con un verde impresionante, la historia viva del país. Tucumán, posee muchas cosas, como el Museo del Folcklore, respirar a Mercedes Sosa en cada rincón. Y en uno de los rincones de San Miguel de Tucumán se encuentra la Casa Belgraniana, Solar Histórico.
Esta casa tiene su importancia, por la figura del General Manuel Belgrano, uno de nuestros mejores próceres, el principal líder de la Revolución de Mayo de 1810. El mismo, dos años después, el 27 de febrero de 1812, crea la bandera celeste y blanca, realizando el juramento a orillas del río Paraná, donde recibiría la orden de ponerse al frente del Ejército Auxiliar del Alto Perú (llamado a partir de 1814 Ejército del Norte) como General de las tropas independentistas. Al frente de ellas, encabezó el Éxodo Jujeño y se detuvo en la provincia tucumana para dar batalla aquí mismo al ejército realista. Ya vencedor, y luego de ganar en la batalla de Salta, en enero de 1814 deja el mando del ejército en manos del Gral. José de San Martín.
Tucumán aparece en el horizonte y se instala para siempre en la vida de Belgrano, ya que luego de viajar a Europa, trajo un informe pormenorizado que será clave en el Congreso de Tucumán para declarar la independencia argentina. No solamente eso, sino que a partir de 1816 reside en estas tierras hasta febrero de 1820, fecha en que regresó a Buenos Aires, muy enfermo, donde moriría el 20 de junio.
Cultura belgraniana
En la ciudad de San Miguel de Tucumán y más precisamente en la esquina de Bernabé Aráoz y Bolívar, se ofrece esta recreación de la modesta casa que Manuel Belgrano mandó a construir hace 200 años. Techos de paja, hecha en su tamaño original con materiales similares a los de la época. Podrán ver allí, cada uno de los espacios mínimamente necesarios para vivir de manera simple y austera, engrandeciendo aún más la figura de él. El típico aljibe, de las casas de la época, una huerta para el abastecimiento del hogar.
En esta casa pequeña, los espera una cocina equipada con cacharros antiguos y dos habitaciones en las que hay apenas un catre de tientos, un baúl chico, una mesa y dos sillas. Además de los muebles, en las habitaciones hay pantallas táctiles para búsqueda de datos, paneles informativos y en una de las salas se proyectan películas y documentales.
De este modo, quien comenzó a forjar la Patria nos invita a conocer más de nuestra historia y de Tucumán. Para que sepamos mejor, que es lo que festejamos cada 9 de julio y mucho más este año.
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