Viajar te resetea el cerebro

Viajar te resetea el cerebro

Existen cosas que solo se aprenden viajando. ¿Cómo? Sí. El viajar te puede cambiar la cabeza. No sólo es una actividad de placer en la que prima el goce, sino que es la posibilidad de que cambie nuestra mirada de la realidad. ¿Querés saber cómo? Empezá a hacerlo leyendo esta nota…

Viajar vs experimentar

Ir a un lugar no es solamente sacar fotos, que se pierdan en el celular o en la computadora. No solamente es conocer las postales de siempre. Por ejemplo ir a Roma no es sacarse una foto en el Coliseo Romano, sino poder tener un viaje a través del tiempo. En París no solo está la Torre Eiffel, sino el arte puede generar una catarsis o Machu Picchu es entender cómo se vivía allí, más allá de visitar una zona arqueológica sin igual.


Estas razones, llevaron a la viajera y escritora Sam Aldenton a preguntar a viajeros expertos como ella cómo es que viajar los transformaba completamente. Las respuestas fueron variadas como profundas, para entender cómo un viaje convierte la identidad de una persona.   

Shock Cultural Inverso

Viajar por mucho tiempo hará que conozcas tanto cosas que al regresar a casa te sorprenderás con que lo que tú muchas veces consideraste normal, sea raro en el resto del mundo. De golpe podés cuestionar cosas de tu país que antes no, o reconocer cosas que no te habías percatado. Es decir que te convertís en un extraño en tu propia casa y debes ganarte tu lugar de nuevo.  

Aprender cosas, hasta ese momento, impensadas

Viajar por todo el globo, te dará acceso a cosas que ni siquiera creías posibles. Es cierto que navegar en Internet te permite ver mucho, pero no hay nada como experimentarlo realmente. Aprender de otras culturas puede enseñarte mucho y más cuando conoces cosas que no serían muy «normales».

Genera una nueva perspectiva

Recomiendan hacer esto: Recordar un destino al que fuiste hace 10 años y visitarlo de nuevo para después comparar. Lo mágico no sólo es ver cómo cambió el lugar, si no como cambiamos nosotros. También ir a un destino nuevo ahora y regresar en unos años para entender cómo hay lugares que nos explican quiénes fuimos y quiénes somos, aunque solo hayamos estado en ellos por poco tiempo.

Te cambia la identidad

Capaz que siempre creíste que tenías un destino, incluso dirigiste tus estudios y actividades extracurriculares sobre ellos. Pero cuando se viaja todo eso puede cambiar. Le ha pasado a millones de personas, por lo que no es algo raro. Muchas veces, salir de de la zona de confort te permite conocer y entregarse a una nueva pasión. Tal vez sea lo que siempre nos había estado esperando…


Así que a viajar se ha dicho. No tengamos miedo a los cambios, son necesarios y hasta a veces fundamentales.

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